El Bautismo es el primero de los Siete Sacramentos; es el fundamento de toda la vida cristiana, el pórtico de la vida en el espíritu y la puerta que abre el acceso a los otros sacramentos. Por el Bautismo somos liberados del pecado y regenerados como hijos de Dios, llegamos a ser miembros de Cristo, somos incorporados a la Iglesia y hechos partícipes de su misión.
Jesús quiso quedarse para siempre con nosotros. Por eso, en la Última Cena, instituyó la Eucaristía. Cada vez que el Sacerdote consagra el Pan y el Vino, Jesús se hace presente en medio de nosotros.
Todas las personas bautizadas. Se sugiere que, quienes reciban la Eucaristía, se acerquen periódicamente al Sacramento de la Reconciliación.
Para recibir la Eucaristía por Primera Vez, es necesario realizar una Catequesis previa. Ingresá en el enlace, para más información.
El Matrimonio constituye una “íntima comunidad de vida y amor conyugal”. Esta comunidad “se establece con la alianza del matrimonio, es decir, con un consentimiento personal e irrevocable”. Los dos se dan definitiva y totalmente el uno al otro. Ya no son dos, ahora forman una sola carne.
